sábado, 5 de diciembre de 2020

Mejorando mi hábito de estudio

La hora del estudio es un tema complejo en todas las edades. Con frecuencia nos encontramos con alumnos o con familias preocupadas y angustiadas porque se le dedica mucho tiempo y esfuerzo, pero los resultados no siempre acompañan. ¿Qué está pasando?




Como todo, es necesario partir de un buen planteamiento para poder abordar el estudio con las mejores garantías de éxito. Son muchas las webs, presentaciones, vídeos e infografías que hablan sobre las técnicas de estudio, cómo mejorar y de qué forma alcanzar el mejor rendimiento. Sin embargo, muchas veces se pierde de vista lo esencial: una buena planificación y el trabajo constante. No sólo nos enfocaremos hacia el éxito, sino que también iremos creando un adecuado hábito que nos vendrá muy bien en los próximos años.


Del mismo modo que un corredor novel no puede correr una maratón de 42 kilómetros, no podemos pretender aprender a estudiar y prepararnos para exámenes de mayor contenido si antes no hemos realizado un trabajo previo.


A continuación veremos algunos puntos fundamentales relacionados con estos aspectos. La entrada va dirigida tanto a familias de alumnado de Educación Primaria como para el propio alumnado de los últimos niveles de Primaria y Secundaria:

1. El examen, ¿lo más importante?
2. El lugar de estudio.
3. Antes de estudiar.
4. Manos a la obra: el método de estudio.
5. Gestión del tiempo.


EL EXAMEN, ¿LO MÁS IMPORTANTE?

El examen, la prueba escrita u oral, es, en muchas ocasiones percibido como el gran enemigo a batir. Pero, a día de hoy, nuestro modelo educativo se basa en la evaluación contínua. Es decir, es importante realizar un buen examen, pero también participar en clase, realizar trabajos o proyectos, preguntar dudas, mostrar interés y buena actitud en el aula, participar en trabajos en grupo… Tenlo en cuenta: el examen no lo es todo. 

Muchos alumnos desarrollan pánico a los exámenes, al temido “día D”, a la prueba escrita. Con frecuencia los nervios pueden dominarte y acabar pensando que “te has quedado en blanco”, que “no sé de qué me están hablando” o que “esto no va conmigo, no valgo para esto”. 




Lo primero de todo: si has estudiado algo como es debido, no se te va a olvidar. El temido “me he quedado en blanco” es realmente producto de los nervios, como una cortina o velo que te impide acceder a tu memoria, pero si lo dominas, podrás recordar todo y afrontar el examen como debes. 

Otro aspecto importante es cómo hayas preparado el examen, y cómo hayas profundizado los contenidos. Un buen hábito de estudio es la base del éxito, así que vamos a ver algunos consejos u orientaciones que pueden servirte de ayuda.



EL LUGAR DE ESTUDIO

Tu lugar de estudio debe reunir una serie de condiciones mínimas para poder trabajar al 100%. Piensa un poco:

- ¿Dónde estudias?
- ¿Tienes una mesa propia?
- ¿Compartes la habitación en el momento de estudiar?
- ¿Hay ruido de fondo?
- ¿Utilizas luz natural?
- ¿Cierras la puerta?
- ¿Te distraes mucho?





1. Mesa y silla adecuadas para ti, con suficiente espacio para dejar tus cosas.

2. Ventilación. Debe haber buena temperatura. Si tienes mucho frío o mucho calor te costará más concentrarte.

3. Iluminación. La luz natural siempre es recomendable, pero tienes que evitar distraerte innecesariamente mirando por la ventana.

4. Silencio. El silencio o el ruido mínimo te ayudarán a concentrarte. Evita la televisión de fondo, la música o si oyes hablar a tus familiares y te distraes.

5. Para los más mayores... fuera móvil. Las redes sociales tienen mayor actividad por la tarde, es cierto. Pero si estás aquí es porque te preocupas por tus estudios. Controla el uso del móvil. Si vas a mirar Whatsapp sólo 5 minutos y vas a estar dándole vueltas a la cabeza durante el resto de la tarde es mejor que reserves el móvil para cuando hayas cumplido con tu trabajo. Controla tus pensamientos. 😉

6. La puerta. ¿Abierta o cerrada? Cuidado. La puerta cerrada debe MEJORAR tu concentración, no ser una excusa para distraerte sin que te vigilen.




ANTES DE ESTUDIAR

1) PREPÁRATE. Debes comenzar a conocerte. Si después de comer quieres descansar un momento adelante, pero no pierdas el tiempo. Echarte y desconectar (DES-CO-NEC-TAR) de todo durante 20 minutos te preparará para comenzar a estudiar.

2) ALIMENTACIÓN. Debes comer sano. Fruta y verdura, al menos 5 veces al día, carbohidratos y alguna fuente de proteína. Los frutos secos, el aceite de oliva o el aguacate por ejemplo son muy buenos para el desarrollo de tu cerebro y te ayudarán a memorizar mejor. Por supuesto evita los fritos, los azúcares innecesarios y las bebidas energéticas. Es sencillo: “cuanto más manipulado esté un alimento más perjudicial será”.





3) EJERCICIO. Por la mañana pasas en clase más de 5 o 6 horas sentado. Tu cuerpo necesita moverse, y tu cerebro también necesita que te muevas. Una media hora de ejercicio físico al día te ayuda a bajar tu nivel de activación y te prepara para concentrarte mejor. Si practicas algún deporte 2 o 3 veces por semana deberás tenerlo en cuenta para el próximo punto.

4) HORARIO. El horario de estudio es algo que debes planificar con mucho cuidado, y que deberás volver a elaborar con frecuencia, dependiendo del ritmo de trabajo. Dependiendo de las extraescolares a las que asistas y del tiempo que debas dedicarle te organizarás de un modo u otro. 

No seas ambiciosa/o, planifícate con cabeza. Si sabes que no puedes mantener la concentración más de 30 minutos comienza por hacer periodos cortos de trabajo con breves descansos: 25 minutos de trabajo – 5 minutos de descanso.


5) A CADA UNO LO QUE LE CORRESPONDE. Es mejor estudiar las materias más complejas durante menos tiempo, pero a diario (o casi a diario). Dependerá del curso en el que te encuentres, pero es bueno dedicar un poco todos los días a aquellas que son más complicadas. 

Por ejemplo, si te cuestan las Matemáticas, dedicarles 15 o 20 minutos diarios te permitirán:

o Saber en qué parte del tema estáis en cada momento.

o Identificar dudas para preguntarlas al día siguiente en clase.

o Familiarizarte con los contenidos a medida que se vuelvan más complejos.


6) MENTALÍZATE. Lo más importante. Estudiar requiere CONSTANCIA, así que tenlo presente. Al igual que con cualquier otra actividad a la que desees dedicarte tendrás días mejores y peores, días en que te apetecerá más o menos, y días en los que memorices o aprendas más rápido. No te desesperes. Esto es una carrera de fondo, paso a paso.






MANOS A LA OBRA: EL MÉTODO DE ESTUDIO


1. Lectura. Primero debes leer lo visto en clase. Recuerda los comentarios del profesor, las curiosidades, las dudas que le han preguntado tus compañeros, o cualquier otro tema que te ayude a situarte más allá de lo que pone en el libro o en tus apuntes. Es importante que preguntes en clase las dudas que tengas, o incluso si no entiendes algo (aunque pienses que eres el único/a, seguro que no). No tengas miedo a preguntar, el profesor no te va a regañar, al contrario. Es señal de que estás siguiendo la clase y que tienes interés. Del mismo modo, presta atención a las dudas de tus compañeros.


2. Subraya. Lee los apartados vistos en clase por la mañana. Puedes subrayar, con un lápiz lo más importante, o incluso hacer pequeñas anotaciones. También puedes utilizar colores para diferenciar conceptos, dependiendo siempre del nivel en que te encuentres. 


3. Dibuja. Otra opción es realizar pequeños dibujos al margen de los párrafos para poder retener algún concepto difícil.


4. Esquemas. Una vez hayas estudiado, el esquema te ayuda a recordar los conceptos principales. Puedes hacerlos a mano o utilizar aplicaciones como MINDMOMO, por ejemplo. Te dejo AQUÍ otros por si quieres explorar.


5. Explícalo. ¿Alguna vez has jugado de pequeña/o a ser el profe? No es broma, explica lo que has aprendido (no lo recites de memoria), a algún familiar o a tí misma/o. Aprendemos un 30% de lo que vemos o leemos, ¡pero un 95% de lo que explicamos a otras personas!







GESTIÓN DEL TIEMPO

El día tiene 24 horas para todos, pero no todos las aprovechan del mismo modo.

1. Analiza cómo gestionas tu tiempo. ¿Cuántas horas dedico al día? ¿Es efectivo? Hay quien dedica dos horas todas las tardes, pero en lugar de fijarte en el tiempo comienza fijándote en SI HAS LOGRADO LO QUE TE HABÍAS PROPUESTO.

2. Planificación tanto de tu tiempo de trabajo como tu tiempo de descanso. El método POMODORO resulta efectivo para algunas personas. Estudia o realiza ejercicios durante 20 minutos, y descansa 5 o10. Acto seguido vuelve a repetirlo. 




3. Fuerza de voluntad. Tengas mayor o menor capacidad, al final no consigue el éxito aquel que tiene mayor potencial, sino aquel que persevera, trabaja a diario y no se rinde.

4. Ponte pequeñas metas. Dependiendo del área o materia: dos apartados al día, CÚMPLELO. Pronto te darás cuenta que no es rentable engañarte o ser demasiado optimista. El trabajo se te acumulará.

5. Material. Organiza adecuadamente tu material. Intenta no tener que cortar tu trabajo para tener que ir en mitad de la tarde a hacer fotocopias o a comprar un bolígrafo, al menos sin haberlo planificado. Si tienes que realizar un trabajo a ordenador intenta hacerlo al comienzo o al final de la tarde. Si lo haces en mitad del estudio puede que te lleve más tiempo (no funciona la impresora, no hay internet, no me funciona el programa…) y al final pierdas tiempo y te agobies. 


Espero que estos consejos os sean útiles. En algunos niveles los complementaremos con un taller explicativo (os pongo a continuación el enlace con la presentación). En cualquier caso ya sabes que para cualquier duda o consulta puedes pasarte por el despacho de orientación.


¡MUCHO ÁNIMO!




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario o petición para poder seguir creciendo. ¡Gracias!

DISCIPLINA POSITIVA (II): OLVIDA LOS PREMIOS... Y LOS CASTIGOS

Esta tarde Pedro y su madre han ido al parque. Pedro tenía muchas ganas de ir, y allí se ha encontrado con un compañero del cole que estaba ...