Actualmente vivimos en un mundo hiperconectado. En estudios recientes se ha contemplado que los españoles pasamos de media 11 horas al día mirando pantallas, y esta tendencia continuará en aumento en las próximas décadas.
Si bien internet y los dispositivos electrónicos aportan grandes ventajas, no debemos perder de vista lo esencial. Quizá aún es pronto para analizar los efectos que puede tener la sobreexposición de los más pequeños a estos dispositivos, aunque ya existen estudios al respecto, pero desde el ámbito educativo ya se ha detectado un incremento notable de casos de depresión infantil, problemas de atención y concentración, y, sobre todo, una baja tolerancia a la frustración.
En internet todo es bonito, todo es inmediato, todo es atractivo, y por tanto, se crea una situación en la que se activa el llamado "circuito de la recompensa" en el cerebro, produciendo dopamina. Esto nos crea una sensación agradable, a la par que adictiva, y es complicado interrumpir el bucle.
Si estos efectos son nocivos en adultos, lo son aún más en los niños, dado que su cerebro está en pleno desarrollo, y necesita todo tipo de estímulos para crecer. El tiempo que el niño permanece delante del teléfono o la tablet es tiempo que no está realizando otras actividades igualmente valiosas y beneficiosas para su crecimiento, y esto, lógicamente, acarrea otros problemas. En la última década se ha detectado un incremento notable de los casos de sobrepeso y obesidad infantil. La falta de actividad física (reemplazada por las pantallas) unido a otros factores como una mala alimentación parecen ser la raíz de estos problemas.
Si bien existen pedagogías o corrientes que evitan a toda costa los dispositivos electrónicos, debemos tener en cuenta que vivimos en sociedad, y que, dependiendo de la edad, la ausencia de móvil o tablet puede llegar a convertirse hasta en una causa de exclusión en el grupo. Por ello, ¿qué podemos hacer? Como siempre, utilizar el sentido común.
En el cole hemos llamado a esta semana la "semana de concienciación sobre Uso de TIC´s y redes sociales". Hemos realizado actividades dirigidas a las familias y al alumnado de 4º, 5º y 6º por parte de agentes externos, pero también hemos decidido complementar estas actuaciones con otras dirigidas al resto de niveles.
Así, en Educación Infantil los niños han realizado un dibujo donde se destaca la importancia de jugar al aire libre frente al juego o ver vídeos en la tableta o el móvil. Del mismo modo hemos impartido charlas y talleres en Primaria, donde hemos abordado:
- Ventajas de Internet.
- Amenazas de Internet.
- Decálogo de buenas prácticas.
- Redes sociales: ¿para qué sirven y qué son?
- Juegos online.
- Ciberacoso, grooming, sexting.
Finalmente, hemos impartido una charla-taller para familias donde hemos tratado las consecuencias de la exposición a pantallas en los más pequeños, así como algunas alternativas "naturales".
No obstante, como hemos indicado anteriormente, no se trata de prohibir, sino de saber utilizar internet con criterio y establecer una serie de "buenas prácticas", especialmente para los padres, ya que hay muchas cosas que aún desconocemos.
Algunas de las recomendaciones que hemos dado en las edades más tempranas son:
- No superar la hora diaria hasta los 4 años de edad.
- Colocar los dispositivos electrónicos (móvil, ordenador, televisión con internet, tablet), en un lugar visible.
- Emplear herramientas como Kiddle (buscador infantil de google, omite los resultados inadecuados), o Youtubekids (ideal para el móvil/tablet).
- Enseñarles desde pequeños a consultar a un adulto cuando no sepan algo o vean algún contenido que pueda molestarles.
- Predicar con el ejemplo. Intentemos limitar las horas de consumo de internet. La hora de comer es para comer y hablar, no para mirar el correo, whatsapp, etc. Si nosotros queremos responder un mail del trabajo, ellos querrán imitarnos, y antes de lo que creemos querrán "responder a sus amigos" mientras comen.
La Academia Americana de Pediatría recomienda las siguiente tabla de tiempos que podemos tomar como referencia:
Finalmente, os dejo 8 consejos a tener en cuenta para las familias:
- Respetar la intimidad del menor. Aunque sean nuestr@s hij@s son personas, tienen su identidad y su personalidad, y quizá no le guste (ahora o en un futuro) saber que sus padres han publicado fotos de las que de mayor puede avergonzarse o arrepentirse. Todo lo que subimos a internet queda en internet.
- No publicar nunca fotos de los niños sin ropa. Aunque suene obvio, debemos evitar publicar fotos en bañador, o con poca ropa.
- No compartir información todos los días. ¿Realmente resulta útil para todos mis amigos conocer esto?
- Utiliza el correo electrónico cuando desees enviar fotos o vídeos.
- Utiliza la privacidad de los perfiles en las distintas redes sociales. A menudo no solemos leer la letra pequeña y las condiciones de uso de estas aplicaciones. Por ello es recomendable utilizar la privacidad y no emplear un perfil público.
- No des datos sobre ubicación. Evita dar información sobre donde os encontráis en cada momento o donde has tomado las fotos. Pueden servir de reclamo sobre las rutinas y hábitos que tenga tu hij@.
- Antes de publicar, pregunta a tu pareja. Es fundamental que haya acuerdo entre ambos en la publicación de fotos o vídeos.
- Si aparecen más niños en la foto o vídeo, pide permiso a su familia. Aunque parezca inofensivo, puedes crearte un gran conflicto.
Por último publico unas orientaciones/ tríptico para descargar donde resumo toda esta información. Espero que sea útil.
