En los primeros niveles de Educación Primaria se hace necesario trabajar algunas capacidades relacionadas directamente con el desarrollo del pensamiento. Algunas de las actividades académicas que se realizan son:
- Lectura
- Escritura.
- Caligrafía
- Copia de dibujos.
- Copia de palabras.
- Dictado.
- Operaciones matemáticas.
Si bien son necesarias, la capacidad de atención y concentración se pueden trabajar de otras muchas formas en el día a día. Algunos ejercicios que pueden ser ideales para Ángel son:
- Numerar las tareas. Le facilita una mayor comprensión de lo que realiza y desarrolla la capacidad de planificación. Es “como hacer una receta”: “voy a hacer… Necesito… Primero… luego… y después”. Por ejemplo: “voy a ducharme. Necesito preparar la ropa, la toalla y asegurarme que queda champú. Primero me lavo el pelo, luego el cuerpo y después me seco”.
- Leerle cuentos. Las actividades de lectura no solo facilitan la capacidad de escucha y atención, sino también nos permite pasar un rato agradable con él. Podemos leer un libro, preferiblemente con ilustraciones, realizando pequeños descansos para comentar los dibujos, lo que creemos que va a pasar o cómo nos sentimos… “Qué miedo, el lobo derribó la casita del cerdito… ¿crees que se lo comerá?”. De esta manera, facilitamos que vuelva a “conectar” con la lectura.
- Busca las 7 diferencias. El típico juego de buscar diferencias le permite no sólo divertirse, sino también ser consciente de los trazos que componen los dibujos, y facilita la adquisición de la lectoescritura y la memoria visual. Aquí os dejo algunas fichas de Orientación Andújar.
- Sopas de letras. Otro enlace con algunas para imprimir.
- Busca y encuentra. Libros parecidos a los clásicos de “Donde está wally”. Permiten que el niño mantenga la atención y la concentración con vistas a alcanzar un objetivo determinado.
- Otras fichas para mejorar la atención.
Por otro lado, la atención y concentración son importantes para muchas otras tareas. En este sentido, también podemos encontrar tareas cotidianas en las que podemos ayudar a nuestro hijo a desarrollar sus capacidades:
- Colocando ropa. Emparejando calcetines por ejemplo, deberá buscar donde está el calcetín que hace pareja con el que tiene, o planteándole retos: “¡rápido, necesito algo azul!, ¡Rojo!, ¡amarillo!”
- Preparando la mesa. ¿Cuántos somos? ¿Qué comemos? ¿Cuchara o cuchillo y tenedor?...
- Plastilina. Además nos ayuda a trabajar la motricidad fina de las manos, y fortalecer la musculatura: podemos hacer tiras de colores. (“Necesito que me hagas 5 iguales, de la misma longitud, para hacer rosquillos”).
- Haciendo la compra. Es una ocasión genial para estimular el pensamiento. Desde hacer la lista, hasta buscar lo que necesitamos en cada pasillo (y que la próxima vez recuerde donde estaba), acordarse del precio de las cosas, si es más caro o no que la semana pasada. Además de trabajar los procesos cognitivos le iniciaremos en la toma de decisiones.
- Caminando por la calle. “Tienes que buscar una matrícula con el número 91”, “busca una calle que empiece por A”… o bien haciéndole alguna pregunta para animarle a ser observador. Por ejemplo, si nos encontramos con alguien podemos plantearle después “¿te has dado cuenta de que color era el collar del perro que llevaba?”, “donde llevaba el reloj, ¿en la derecha o en la izquierda?”.
- Viajando en coche. Algunos juegos sencillos nos pueden ayudar a que nos divirtamos más en el viaje y además mejorar su concentración:
- Orientación espacial. “¿Te acuerdas cuantas calles teníamos que pasar antes de girar para ir a casa de la abuela?”.
- Palabras encadenadas,
- Palabras con la letra… (tres categorías: persona, animal, cosa. Por ejemplo con la P: Paula, Perro, Papel),
- Adivinanzas.
- A ver quien ve antes… una casa verde, un coche amarillo…
- Fui al mercado. Una persona comienza diciendo «El otro día fui al mercado y compré un... (inventarse un producto)». La segunda persona repite la frase de la primera y añade otro artículo de su invención, cada jugador va repitiendo la frase del anterior y haciéndola cada vez más larga con un producto más, y así hasta que alguien olvida alguno de los productos de la lista.
Como veis la capacidad de estimular la mente es infinita y hay muchas ocasiones y oportunidades en nuestro día a día que no necesariamente requieren de sentarnos con un libro delante para ponerlas en práctica. Espero que os sirva de ayuda.
