Blog de los orientadores Elena Malagón Santos y Víctor Martín Laguna. En él publicamos una serie de recursos, materiales e información de utilidad para alumnado, madres, padres y profesionales de la educación. Esperamos que te sea útil.
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Con frecuencia muchos padres y madres definen a sus hijos como “ingobernables” o “revoltosos”, y afirman con pesadumbre que no son capaces de hacerse con ellos. En general, aproximadamente el 80% de los padres han pensado esto en algún momento, pero en esta entrada quiero ofrecerte algunas orientaciones basadas en la disciplina positiva que te serán de gran ayuda.
¿QUÉ ES LA DISCIPLINA POSITIVA?
La disciplina positiva es una corriente pedagógica que facilita el bienestar del niño y de la familia, evitando estímulos aversivos y castigos como gritos, amenazas o agresiones. No es una moda, ni un estilo de educación basado en la “anarquía”, sino precisamente un estilo educativo basado en la evidencia científica que, ciertamente, funciona.
ALGUNAS ORIENTACIONES PARA EDUCAR POSITIVAMENTE A TU HIJ@ REVOLTOSO
A continuación recojo algunas pautas que considero pueden serte útiles:
1. Son auténticos exploradores. Necesitan experimentar, saber qué sucede, qué pasa, en todos los ámbitos. Eso implica aventurarse a romper la norma, a comprobar por sí mismo qué sucede en determinadas situaciones. También a subirse a lugares que puedan parecerte menos seguros. En la medida de lo posible (y siempre que no exista un riesgo importante), te recomiendo que le dejes investigar libremente. Precisamente esa necesidad que manifiesta es, en realidad, interés por aprender.
No basta con decirle que no puede hacer algo, debe comprobarlo por él mismo... excepto cuando haya un peligro, para eso estamos los adultos.
2. Tienen mucha energía. Hay niños más tranquilos, y otros más "intensos". Déjale tiempo para jugar al aire libre, o hacer ejercicio. Son muy activos y deben descargar toda su energía (o una parte al menos) para poder mejorar su concentración y disminuir su nivel de activación, también llamado “arousal”. Si notas que están muy nerviosos o que no paran quietos dales rienda suelta. Evita "obligarles" a estar sentados o parados. Si por ejemplo estáis en la consulta del pediatra, da un pequeño paseo con ellos, o sube y baja las escaleras. Intenta evitar el móvil o la tablet. Ya hablamos anteriormente de eso.
3. Son muy sensibles. Comprende sus emociones. Escúchale, siempre con un tono tranquilo, pero permítele expresar por qué ha hecho eso, o por qué quería hacerlo. Si ha anticipado las consecuencias “¿sabías que tu amigo se iba a enfadar?”, y, en caso de no ser así, ayúdale a entender las consecuencias negativas de lo que ha hecho. Y sobre todo, evita el “ya te lo dije”.
En muchas ocasiones, tras una conducta inadecuada, suelen llorar, y después interiorizar lo que ha sucedido. Y la neurociencia apoya este modo de educar.
"La parte del cerebro que aprende de forma instintiva es el cerebro emocional y esa parte del cerebro no aprende muy bien cuando se siente acosado o acorralado (como cuando el niño hace una trastada y vamos derechos a recriminarle su comportamiento). Es decir, le estaríamos “eclipsando” el aprendizaje".
Álvaro Bilbao, neuropsicólogo
4. Normas. Las normas son importantes en todos los niños, pero en estos casos aún más. Existirán dos tipos de normas, las que hemos elaborado de manera general. Pero también surgirán otras ocasiones en las que debamos crear una norma específica: “no comer en clase”, “no tirar objetos al suelo”, "no escupir", "no morder"… Es importante consensuar las normas entre todos, y que participen en la elaboración de las mismas (tanto en casa como en el cole), aunque es lógico que, dependiendo de la edad, haya algunas normas que no entiendan y que deban ser impuestas: “no subirse a la mesa”, “no coger las llaves del coche para jugar…”. Ayúdale a comprender la situación, por dos razones: le muestras respeto y que cuentas con él, y por otro lado podrás empatizar con él más fácilmente.
5. Límites. Como adulto, es tu deber velar por la seguridad y el bienestar de los niños. Es importante que tengas claros algunos límites.
Si lleva a cabo alguna conducta grave como insultar o pegar, debemos mantener la calma y ser firmes con los límites. Intentaremos dialogar con él y decirle que no se insulta. Pero si la situación se pone tensa, mantendremos una actitud seria, firme e insistente: “no cariño, no voy a permitir que me insultes”. Es muy importante no ceder nunca después de haber sobrepasado este límite. En caso de que no sea así, deberemos tomar las medidas pertinentes en relación a las normas que previamente hayamos puesto, en casa o en el aula: “ir a tu cuarto”, “ir al despacho de dirección/ orientación”, "irnos del parque"…
Recuerda siempre mostrar seguridad y confianza, pero evita mostrarte alterado o excesivamente furioso.
6. Consecuencias. Lo más importante es prevenir una conducta inadaptada, anticiparnos. Ten en cuenta algo: si un niño no se porta de la forma que esperamos puede ser por dos razones: bien no sabe que ese comportamiento es inadecuado o bien no puede evitar comportarse así. En ambos casos necesita nuestra ayuda.
Siempre se tomarán las consecuencias previamente acordadas cuando pusimos la norma, con calma, seguridad y cariño. La finalidad debe ser en todo momento evitar que continúe el comportamiento, no hacer pasar un mal rato al niño.
Por ejemplo, si el niño pega a otro niño (y no hemos podido prevenirlo) le ayudaremos a pedir perdón. Si no quiere o está enfadado es mejor no insistir, ya que podría empeorarse la situación. Le acompañaremos a un lugar tranquilo o le retiraremos del juego. Previamente habremos hablado en casa o en clase sobre lo inadecuado de pegar a los compañeros, y que si alguien lo hace no podrá seguir jugando con los demás. De este modo no castigamos, sino que ponemos la responsabilidad en el niño. Está en sus manos la consecuencia.
7. Refuérzale. Como podrás comprobar, su carácter precisamente le llevará a tener más roces con los adultos (padres, profesores…). Por eso precisamente, refuérzale cuando esté haciéndolo bien, cuando destaque en aquello que mejor se le da, y felicítale y muéstrale tu orgullo. Aunque te cueste creerlo, lo necesitará algo más que el resto para mantener sana su autoestima. Recuerda siempre utilizar el refuerzo social y afectivo.
Finalmente, si te interesa el tema y quieres conocer más, os dejo un vídeo de Álvaro Bilbao, donde ofrece algunas pautas muy interesantes.
En esta entrada hablaremos sobre el término de Altas Capacidades, cómo se concibe actualmente, las características de estos alumnos, así como sus necesidades educativas y la importancia de la detección. Ante todo, dejamos claro que es un tema muy amplio, sobre el que se ha escrito e investigado mucho, y sobre el que hoy en día aún se trabaja. No obstante, la finalidad de esta publicación es acercar a las familias y docentes una visión general sobre el concepto, con múltiples referencias y enlaces para quien quiera profundizar sobre el tema.
Los alumnos de Altas Capacidades son alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo en nuestro sistema educativo (art. 73, LOE). No obstante, curiosamente, es uno de los colectivos menos detectados. Se estima que en España, aproximadamente un 2-5% de la población escolar posee alta capacidad.
CONCEPTO
Durante mucho tiempo se han empleado términos como superdotado, alta capacidad, niño precoz, niños talentosos…
El término anglosajón más utilizado es “gifted” (dotado). Implica que una persona es excepcional en algún dominio. En EEUU, la National Association for Gifted Children define a las personas de alta capacidad como:
"Aquellas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente (capacidad excepcional para razonar y aprender) o competencia (rendimiento que los sitúe al menos en el 10% superior respecto al grupo normativo) en uno o más dominios.
Los dominios incluyen cualquier área de actividad estructurada con su propio sistema simbólico (las Matemáticas, la Música, la Lengua…) o su propio conjunto de destrezas sensorio motrices (la Pintura, la Danza, los Deportes…)”.
Siguiendo a Tourón (2020), uno de los referentes en el estudio de las altas capacidades, es interesante entender el término "dotado" como atributo, y no como una condición únicamente dependiente de la persona. Es decir, debemos entender realmente el potencial de aprendizaje que tiene una persona.
Podríamos hablar aquí del término de inteligencia y entrar en las definiciones dadas por una gran cantidad de psicólogos y pedagogos, pero sintetizando, y recurriendo a un enfoque totalmente práctico, podemos definir la inteligencia como "la capacidad de encontrar soluciones a problemas de diversa índole". Vemos por tanto, que entran en juego muchas variables, como el tipo de problema, la creatividad, la motivación, la personalidad, o el entorno en el que se desarrolla la persona.
Debemos entender la inteligencia pedagógicamente, enfocándonos en darle a cada alumno lo que necesita, a partir de sus capacidades, no en ofrecer la misma respuesta para todos.
En realidad es bastante obvio: si tienes sed debes beber y si tienes hambre debes comer.
Es precisamente esa capacidad, la materia prima que permitirá el desarrollo del talento. ¿Qué sucedería si Mozart nunca hubiera tocado el piano? ¿Si Einstein no hubiera aprendido a leer y escribir? ¿o si Nadal nunca hubiera cogido una raqueta?
Vemos, por tanto, que tenemos que tener en cuenta el talento innato del niño o niña ("gifted"), pero también el entorno en el que se desarrolla, ya que ese ambiente puede potenciar, pero también frenar ese potencial.
Gagné (2015) distingue los conceptos de dotación y talento:
Dotación, entendida como el uso de capacidades innatas sin entrenamiento, también llamadas aptitudes, en un dominio determinado, situándose en, al menos un percentil 90 entre otros niños o niñas de su edad.
Talento, entendido como el dominio de una competencia desarrollada sistemáticamente (conocimientos y capacidades) en, al menos, un campo de la actividad humana, situándose, en un percentil 90 entre "compañeros" (ya no referidos a la edad, sino al tiempo de entrenamiento: por ejemplo, tocar un instrumento, aprender un idioma...).
Es importante también hacer referencia a la Teoría de las Inteligencias Múltiples (Gardner), del que hablamos también en esta entrada enfocada a la orientación vocacional. Hay hasta 8 tipos de inteligencia. Puede que un alumno tenga una dotación en una o varias de ellas y que pueda llegar a desarrollar ese talento siempre que las circunstancias sean propicias. Vemos, por tanto, como el autoconocimiento ya empieza a ser un aspecto clave. A continuación dejamos un vídeo sobre las inteligencias múltiples:
¿CÓMO ES UN NIÑO O NIÑA DE ALTAS CAPACIDADES?
El alumnado de alta capacidad comprende un grupo muy heterogéneo. Por tanto, es difícil delimitar una serie de características que nos permitan "identificarles". Entendemos esta capacidad como un importante potencial de aprendizaje, como un talento a desarrollar.
¿Cómo podemos saber si nuestros hijos o nuestro alumnado tiene ese potencial?
Algunos indicadores ya desde edades tempranas pueden ser:
Mirada muy dirigida, se fijan y observan mucho.
Suelen ser muy curiosos, exploran e investigan el medio.
Buen tono muscular en miembros superiores e inferiores.
Coordinación y equilibrio y buen sentido del ritmo.
El juego simbólico (juego a ser mamá, papá, cuidar a los muñecos, a hablar por teléfono...) aparece relativamente pronto.
Se saltan etapas, tienen "prisa por crecer".
El habla aparece antes del año, o, puede aparecer más tarde, pero desarrollarse y ampliar el vocabulario rápidamente.
Gran intensidad emocional. Si tienen rabietas suelen durar más de la cuenta y no se conforman fácilmente. Son perseverantes cuando quieren algo.
En la niñez algunos indicadores podrían ser:
Ámbito socioafectivo: Intensidad emocional, sentido de la justicia, perfeccionismo y autoexigencia, les gusta hablar de temas trascendentes, hipersensibilidad (les molestan los ruidos fuertes, las multitudes, las luces intensas o parpadeantes, algunas texturas...)
Estilo de aprendizaje. Los alumnos y alumnas con altas capacidades intelectuales pueden aprender más rápido, con más facilidad y de forma diferente a sus compañeros, enfrentarse a contenidos más complejos, mostrar gran atención, observación y memoria, alto nivel de energía, concentración y persistencia, con poco esfuerzo obtienen un alto rendimiento (Calero, 2007), realizar un aprendizaje inductivo…
Motivaciones e intereses: amplia gama de intereses y preocupaciones tempranos, alto grado de motivación intrínseca y extrínseca, curiosidad y ganas de aprender… Son como “esponjas” que absorben todo lo que atrae su atención, manifestando una gran necesidad de estímulo. Son capaces de agotar en ocasiones a los adultos encargados de su cuidado y educación.
Creatividad (Clark, 2008): imaginación rica en detalles, buscan nuevas formas de enfocar y realizar las cosas, hábiles en imaginar y crear historias, proponer soluciones originales…
Disincronía o asincronía: Esta característica hace referencia a un desarrollo no homogéneo o desequilibrado de las áreas: social, cognitiva, psicomotora y afectiva y a menudo está presente en el alumnado con altas capacidades. Por ejemplo se puede observar un desarrollo cognitivo precoz, pero no necesariamente acorde con el emocional o el social. Esto conlleva que puedan tener dificultades para relacionarse con sus compañeras/os, ya que sus intereses son distintos. No tienen problemas de socialización, simplemente tienen otros intereses.
¿Y en el aula?
Debemos tener en cuenta que estas pueden ser algunas pistas. Puede que aparezca uno o más de estos indicadores, o que no aparezca ninguno y manifieste otras características. Incluso hemos de considerar la comorbilidad con otros posibles trastornos del aprendizaje: Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, o dislexia o disgrafía... Una alta capacidad no siempre va relacionada con un alto rendimiento académico.
Si quieres profundizar, aquí puedes consultar otras características sobre el alumnado de altas capacidades.
Podemos distinguir varios términos, como:
Talento simple. Persona que sobresale en un área determinada.
Talento complejo, si ese talento se manifiesta en más de un área: matemáticas y música, por ejemplo.
Sobredotación. Dependiendo del autor de referencia o incluso de la normativa de cada Comunidad Autónoma, se pueden entender como aquellos que tienen un elevado cociente intelectual, creatividad y motivación e interés por el aprendizaje.
Genios. Aquellos que gracias a su talento, han llevado a cabo una obra genial.
El alumnado con altas capacidades conforma un grupo heterogéneo, por lo que las características que enumeramos interactúan entre sí y con el medio cultural y social, posibilitando un mayor o menor desarrollo de las mismas.
IDENTIFICACIÓN
Si tenemos en cuenta la definición de inteligencia que hemos visto anteriormente, estos alumnos tienen una mayor capacidad y ritmo de aprendizaje: aprenden más rápido, y comprenden en mayor medida que sus compañeros. En consecuencia, entenderán los contenidos con más facilidad, adquiriéndolos y no siendo necesaria la repetición de los mismos. Por ejemplo, si explicamos las formas de relieve, es suficiente con una sesión de clase (si el tema les interesa) para adquirir este contenido. Si repetimos y trabajamos este contenido durante varias sesiones, y éste no les parece atractivo corremos el riesgo de que se aburran, desconecten, y puedan presentar conductas disruptivas (hablar en clase, entretener a otros compañeros, molestar...). En muchas ocasiones el alumnado con malas conductas son derivados al equipo de orientación por sospecha de TDAH u otro trastorno, para acabar descubriendo que el origen del problema es bien distinto...
Si perseguimos el desarrollo integral de cada alumno, no podemos dar la misma respuesta a todos, porque cada uno tiene diferentes capacidades y necesidades.
Teniendo en cuenta que un 2% (al menos) del alumnado tiene alta capacidad, y de acuerdo con cifras ofrecidas por el propio Ministerio de Educación (curso 2017-2018), es posible comprobar que, dependiendo de las regiones, más del 90% de los alumnos más capaces están sin ni siquiera detectar:
Por eso es tan importante la identificación temprana. Teniendo en cuenta el estilo de aprendizaje, su capacidad y sobre todo, el ámbito socio-afectivo, entender y atender a este alumnado resulta clave. Deben obtener una respuesta adecuada a sus necesidades, que les motive a seguir aprendiendo y desarrollar todo su potencial.
RESPUESTA EDUCATIVA
Actualmente la respuesta educativa para este alumnado se aborda desde un enfoque mucho más inclusivo que en décadas anteriores. Por ello, a nivel de aula, se ponen en marcha algunas adaptaciones metodológicas para todo el grupo, como:
Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación.
Facilitarles la tutorización de un compañero.
Introducir prácticas que requieran mayor imaginación y creatividad.
Favorecer el pensamiento lógico-matemático a través de scape rooms.
Potenciar la exploración, la indagación y permitirles profundizar en contenidos o temas de su interés.
Programas de inteligencia emocional.
Otorgarles responsabilidad dentro del aula.
Presentación multicanal, a través de las pautas de Diseño Universal para el Aprendizaje.
Colaborar en las adaptaciones metodológicas para compañeros que presenten barreras para el aprendizaje.
A nivel individualizado, algunas medidas a implementar pueden ser:
Aceleración por áreas, dentro del aula. Implica avanzar contenido en un área determinada.
Profundización por áreas: por ejemplo en Matemáticas si explicamos la suma de unidades, introducirle en las decenas o centenas...
Aceleración con su grupo-clase. No necesariamente se debe "pasar de curso". Al igual que se trabaja con otros alumnos con un plan de refuerzo correspondiente a niveles inferiores (alumnos de 5º que trabajan con un nivel de 4º), los alumnos de altas capacidades pueden trabajar a un nivel superior. Gran parte de los contenidos de nuestro currículo son cíclicos y graduales, es decir, se repiten todos los años a un nivel de profundidad cada vez mayor.
Grupos de trabajo. Con alumnos de otros grupos o niveles, que les permitan enriquecerse, a través de un taller de radio, una liga de desafíos y enigmas matemáticos...
Mentoring. Pueden tutorizar a algunos alumnos del propio grupo o niveles inferiores, ayudándoles a estudiar, y a organizarse. Esto, además de favorecer el desarrollo de la metacognición (pensar sobre el propio pensamiento), les ayudará a tomar mayor conciencia social y desarrollar la empatía y el altruismo.
Aceleración. En casos puntuales, y siempre que favorezca su desarrollo integral, se podrá incorporar a un grupo superior al que le corresponda por edad.
Coaching o seguimiento individualizado. Por parte de otro tutor que no sea el de referencia o el orientador. Facilita una conexión y establecer un vínculo para aumentar su grado de compromiso, paliar su posible disincronía y facilitar una orientación académico-profesional en niveles superiores.
PROTOCOLO DE DETECCIÓN
En nuestro centro hemos puesto en marcha durante este curso el compromiso de sistematizar un protocolo de detección de este alumnado, no enfocado hacia la propia detección, sino precisamente hacia la intervención, darles lo que necesitan y aprovechar sus potencialidades.
Para ello, mediante este post queremos hacer llegar a familias y docentes una primera aproximación al concepto y características de estos alumnos.
Si consideras que tu alumnado o tu hij@ se ajusta a este perfil y en el momento en que lees estas líneas crees que necesita una respuesta más individualizada en el aula, puedes realizar los cuestionarios de Rogers online para padres o profesores, facilitados por Habilmind. Si los resultados así lo indican, ponte en contacto con el tutor de tu hij@ u orientador del centro.
El paso a Secundaria es un proceso importante que debe trabajarse en varios momentos durante todo el curso. No sólo implica un cambio de centro, sino también una nueva manera de que los alumnos adquieran un nuevo rol, en consonancia con los cambios que acompañarán a la pubertad y a la adolescencia.
Ya hemos hablado anteriormente del paso al instituto. Si bien durante todo el curso se realizan actividades en las que les vamos presentando a los alumnos de 6º el paso a Secundaria, este curso hemos tenido que reinventarnos tanto los coles como los institutos y ofrecer nuevas actividades para el alumnado. Entre otras, en nuestro centro hemos elaborado esta guía orientativa con información sobre los distintos centros de secundaria de la zona. Os recordamos que tiene carácter meramente informativo y que para cualquier duda o consulta es mejor contactar directamente con los centros.
Muchos alumnos y familias tienen dudas sobre el centro a escoger. A la hora de tomar una decisión es importante tener en cuenta algunas variables, considerar la importancia de cada una y, en base a eso, decidirse. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, las decisiones pueden ser acertadas o no, pero una vez hayamos elegido un centro, conviene ser optimistas y no pensar en las opciones que hemos dejado atrás.
Los factores que pueden influir en nuestra decisión son:
Compañeros. Es una de las principales razones por las que los alumnos se decantan por un centro u otro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que en 1º ESO tendremos nuevos compañeros y compañeras con los que pasar el tiempo. Es importante tener habilidades suficientes para abrirnos a nuevas amistades y conocer gente nueva que nos aporte nuevas experiencias y perspectivas. La adolescencia es un periodo crítico para ello.
Programa de bilingüismo. Si en Primaria hemos seguido un programa bilingüe con éxito estamos preparados para continuar en secundaria con él. Habla con tu tutor/a, que podrá aconsejarte y orientarte sobre la conveniencia o no de seguir en esta modalidad. Y sobre todo, ten en cuenta si te gusta o no. Muchos ya vais sabiendo qué os gusta y qué no de cara a elegir un campo de estudio en el futuro...
Localización. La facilidad para llegar al centro es importante. Si está apartado de tu casa, si tendrás que ir sólo o podrá llevarte algún familiar. En caso de que esté muy lejos considera si hay transporte público.
Tamaño del centro. Hay muchos tipos de centros de secundaria. Los centros grandes conllevan un mayor número de profesores, de compañeros y de experiencias. Otros centros más pequeños (de una o dos líneas) tienen un trato más personal, y se parecen más a los colegios.
Proyecto tecnológico. Algunos centros utilizan Tablets u otros dispositivos electrónicos sustituyendo total o parcialmente al clásico libro de texto. Considera junto a tu familia si esta metodología puede serte beneficiosa o no.
Estudios de formación profesional. Si ya tienes claro que quieres aprender un oficio consulta qué ciclos se imparten en cada uno de los institutos. Te será más fácil continuar en el centro cuando llegue el momento de comenzar estos estudios.
Formación profesional básica o PMAR. Ahora con la LOMLOE, los programas de Mejora del aprendizaje y el rendimiento se convertirán de nuevo en Diversificación Curricular. Van dirigidos al alumnado que presenta alguna dificultad no imputable a falta de estudio o esfuerzo, y su finalidad es la titulación en ESO. La formación Profesional Básica puede iniciarse a partir de los 15 años, y va dirigida a aprender un oficio con vistas a continuar estudios de Formación Profesional de Grado Medio. Está enfocada a los alumnos que tienen riesgo de abandonar el sistema educativo. Consulta qué centros disponen de estos programas. Puede ser otro aspecto importante a considerar.
Seguramente haya otras variables que puedas considerar como las actividades extracurriculares o complementarias, por ejemplo, aunque este curso están algo más paradas que de costumbre en muchos centros.
Ahora que ya tienes esta información, y con ayuda de la guía que te dejo a continuación puedes comenzar a pensar en tu futuro. Medítalo, háblalo con tu familia, con tus amigos, y sobre todo contigo mism@. Tomes la decisión que tomes estarás en el camino correcto.