Mediación (1ª Sesión)

PRIMERA SESIÓN MEDIACIÓN

Hoy hemos empezado nuestro programa de mediación en el cole.

PRIMERO Y SEGUNDO

Con 1º y 2º hemos trabajado el cuento de “El conejo y el erizo”. En él, los dos animales tienen un conflicto sobre la madriguera que quieren habitar. Cada uno tiene unas razones para quedarse en ella. Piden que el resto de animales del bosque les den una solución, pero al final, el búho les anima a resolver el problema por sí mismos, facilitándoles algunas estrategias.

Es importante que cuando nuestros pequeños se enfrenten a un problema, les animemos a reflexionar y pensar en cómo solucionarlo por ellos mismos. Desde muy pequeños los niños deben adquirir habilidades sociales para poder resolver los diferentes conflictos que surjan. Los mayores en muchas ocasiones tendemos a “darles la solución”, para acabar con el conflicto cuanto antes, pero el acierto estaría en “ayudarles a pensar”.

TERCERO-CUARTO, QUINTO Y SEXTO.

Hemos abordado EL CONFLICTO y hemos trabajado los siguientes aspectos:

-          Siempre hay más de un punto de vista en una misma situación.

-          El conflicto no es una discusión. Del conflicto se puede aprender, y mucho.

-          Elementos del conflicto.

a)      Los protagonistas. Los dos implicados en el conflicto son los agentes principales, no el mediador. El mediador simplemente “facilita” el proceso.

b)      Perspectiva. A través de un relato hemos visto como en un conflicto cada uno tiene un punto de vista que parece el único. Es importante ponernos en el lugar del otro y pensar “¿por qué ha hecho eso?”, “¿qué ha podido pasar?”…

c)       Intereses. Aspecto fundamental. Cuando hay intereses distintos, hay conflicto. Pero es importante saber qué es lo que quiero. En muchas ocasiones los intereses que originaron el conflicto desaparecen y se trata simplemente de “salirme con la mía”, sin importarme nada más. El mediador debe simplificar la situación: ¿qué quiere cada uno? ¿Cómo solucionarlo?

d)      Estilos de afrontamiento: pasivo-agresivo-asertivo, siendo el estilo asertivo el más idóneo para la vida: “defiendo mis intereses, pero sin agredir a nadie”.